En una conferencia organizada en Bruselas por el Parlamento Europeo, el representante del Ejecutivo comunitario afirmó que «es necesaria una respuesta legislativa coherente» que priorice «la protección de la salud mental», para que el trabajo a distancia no suponga un aumento de la jornada laboral.
La decisión llega después de que varias encuestas e informes hayan alertado que, si bien el teletrabajo es una opción que ahora cuenta con mucha más adopción por parte de los trabajadores, también ha generado un importante aumento del estrés laboral e incluso de las horas de actividad.

«Una empresa en la que los empleados están agotados y sufren de estrés no es muy probable que tenga una buena productividad, ni puede movilizar la capacidad innovadora de sus trabajadores», dijo Schmit. El comisario considera que el teletrabajo «puede ayudar a conciliar las responsabilidades laborales y familiares», también admitió que las administraciones deben «crear salvaguardas» para que esta práctica no suponga una sobrecarga para las mujeres, sobre todo porque, como recordó el comisario, normalmente «tienen que asumir obligaciones adicionales de cuidado» en el ámbito doméstico.
Por todo ello, el dirigente luxemburgués aseguró que la Comisión Europea ya ha «iniciado el proceso» para regular este ámbito e implementar a nivel comunitario el derecho a la desconexión laboral, que actualmente solo está reconocido en cuatro de los 27 Estados miembros de la Unión, entre ellos España, donde se encuadra dentro de la reciente Ley de Teletrabajo.
3 de cada 10 europeos han trabajado más horas desde casa que en la oficina Según estimaciones de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound), el 27% de las personas que trabajan desde casa han tenido que hacerlo, en algún momento de su vida, durante su tiempo libre.
Estas cifras representan para el presidente de la comisión de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento Europeo, el eurodiputado Dragos Pilsaru, un cambio de paradigma «en la forma de entender y legislar el mercado laboral».
«El teletrabajo permitió la continuación de la vida económica y permitió a muchas empresas mantener su actividad durante la pandemia, pero también nos trajo el agotamiento físico y mental», observó. Según Pilsaru, la legislación de la UE debe abordar «la creciente brecha entre los trabajos que se pueden hacer a distancia y los que no» y, en este sentido, prometió que el Parlamento Europeo «estará en la vanguardia del proceso de búsqueda de soluciones».
Por el momento no se ha especificado nada sobre la nueva regulación a nivel concreto. En España, la firma de un acuerdo de teletrabajo ahora es obligatorio, pero el contenido del mismo no, pudiendo acordarse entre empleado y empresa quién paga o no materiales para trabajar desde casa. A ello se suman sanciones por el incumplimiento de lo que aparezca en este contrato.
Fuente EL ECONOMISTA